A mitad de nuestro primer programa Food Maximizer, nuestra directora de El Salvador compartió una noticia inquietante: Elena1, propietaria de un negocio profundamente comprometida con su panadería artesanal, abandonaba los estudios debido a graves problemas de salud. Como muchas mujeres emprendedoras, no podía delegar sus responsabilidades, lo que la dejaba sometida a una enorme presión. Incluso antes de su enfermedad, Elena estaba al borde del agotamiento, ya que tenía que hacer malabares con las sesiones de estrategia empresarial con expertos de Bpeace, las tareas escolares y la gestión de su panadería, sin apenas mantener la compostura.
Poco después, nuestro director de Guatemala informó que la administración del programa se estaba volviendo cada vez más difícil debido a las frecuentes cancelaciones; muchos de los líderes de nuestras pequeñas empresas o sus familiares cercanos tenían problemas de salud. Varios participantes expresaron que se sentían abrumados y tenían dificultades para gestionar las exigencias mentales y físicas de sus negocios y su vida personal. Esto era algo nuevo para BPeace: nunca antes habían surgido niveles tan elevados de estrés en estas cifras.
Un informe de Endeavor Brasil2, una organización global que apoya a los emprendedores de alto impacto, en marzo de 2024 se hizo eco de nuestra experiencia y destacó el grave costo del estilo de vida empresarial y reveló que el 57% de los emprendedores sufren un alto nivel de estrés. Las mujeres emprendedoras del sector de los servicios alimentarios (restaurantes, servicios de catering y comida a domicilio), que representan una parte importante de nuestro programa Food Maximizer, son especialmente vulnerables. Entre las largas jornadas de trabajo, la inestabilidad normativa y la gestión del inventario de productos perecederos, los líderes empresariales de nuestra cohorte se enfrentaron a una tarea abrumadora. De hecho, el informe de Endeavor encontró que el 76,5% de las mujeres emprendedoras reportaron niveles altos de estrés y agotamiento empresarial, en comparación con el 54,5% de los hombres. Dado que el 45% de la cartera de servicios alimentarios de Bpeace está dirigida por mujeres emprendedoras, sus experiencias subrayan una tendencia preocupante: no solo gestionan las intensas demandas de sus empresas, sino que también equilibran las responsabilidades familiares:una carga doble a la que nos referimos como «el doble turno».
Realizamos una encuesta entre nuestras mujeres emprendedoras y los resultados fueron claros: El 86% identificó el equilibrio entre el trabajo y la familia como su principal preocupación, superando con creces desafíos como el acceso limitado a la financiación (57%) y la falta de modelos femeninos en los puestos de toma de decisiones (53%). La tensión constante que supone la prestación de cuidados se vio agravada por los exigentes horarios de trabajo (100%), la presión por estar siempre disponible (75%) y la dificultad para establecer límites o pedir ayuda. Como compartió Daniella de Guatemala:
«No soy solo yo; somos muchos los que luchamos constantemente».
Las luchas de las mujeres emprendedoras: sobrerrepresentadas pero con poco apoyo
A pesar de su importante presencia en la industria alimentaria, las mujeres líderes a menudo se encuentran marginadas. Varios encuestados mencionaron casos de prejuicio, como el de colegas o clientes varones que insistieron en que un hombre se ocupara de los asuntos «técnicos». Claudia, de Guatemala, captó perfectamente esta frustración al decir:
«Es excesivamente agotador tanto mental como físicamente, pero rara vez se habla de ello. Cuando es así, a menudo se critica a las mujeres diciendo que nos quejamos sin motivo, en lugar de recibir una empatía constructiva».
Estas historias están respaldadas por los hallazgos del Global Entrepreneurship Monitor y otras instituciones, que muestran que las mujeres están sobrerrepresentadas en las industrias orientadas al consumidor, especialmente en Centroamérica, y se enfrentan a mayores barreras, incluidos los prejuicios de género y la falta de visibilidad en los puestos de liderazgo.
Sin embargo, estos desafíos no se afrontan sin resiliencia. Las mujeres que participan en nuestros programas han desarrollado mecanismos de supervivencia fundamentales que no solo mantienen sus negocios a flote, sino que también ofrecen información para el ecosistema empresarial en general.
Estrategias de afrontamiento: lecciones de mujeres emprendedoras en la industria alimentaria
1. Delegación y formación de equipos: Para muchas mujeres, la capacidad de delegar era clave. Alrededor del 57% de las encuestadas identificaron la delegación como una forma de centrarse en el desarrollo personal y las responsabilidades de liderazgo. La historia de Elena, en la que se vio obligada a alejarse debido a una enfermedad, nos recuerda lo vital que es contar con un equipo que pueda soportar el peso de los desafíos inesperados. Si bien un apoyo como el de Bpeace ayuda a desarrollar esta capacidad, el objetivo final es que estas mujeres creen equipos autosuficientes y operen de forma independiente. Un sólido apoyo a la gestión del talento es esencial para garantizar que no se las deje gestionar solas, tanto en las operaciones diarias como en las interrupciones importantes.
2. Redes de apoyo comunitario y entre pares: Nuestra encuesta también reveló una brecha significativa en las redes de apoyo, ya que el 86% de las encuestadas indicaron que no se sentían parte de una comunidad de mujeres en la industria alimentaria. Sin embargo, quienes participaron en redes de mentores y de pares informaron que tenían una mayor capacidad para afrontar los desafíos personales y profesionales. Rebeca, que dirige un restaurante en El Salvador, es una de las pocas personas que se siente parte de una comunidad así, y dice que eso la ha ayudado a «sentir que realmente pertenezco a la industria».
3. Mentoría personalizada: La tutoría sigue siendo una prioridad clave, ya que el 100% de los encuestados participa en tutorías y capacitaciones, como Food Maximizer de Bpeace, para desarrollar sus habilidades y su crecimiento personal. Estas mujeres invierten en sí mismas y se esfuerzan por convertirse en las mejores líderes posibles. Sin embargo, debemos hacer que la tutoría y la capacitación sean más accesibles, ofreciéndoles flexibilidad para adaptarnos a sus limitaciones de tiempo y compromisos personales. Un enfoque combinado que combine el entrenamiento y la tutoría en temas profesionales y personales es esencial para apoyar verdaderamente su desarrollo holístico.
Superando las barreras para prosperar en la industria alimentaria en Centroamérica
A pesar de las presiones, las mujeres con las que trabajamos han encontrado formas de hacer crecer sus negocios y asumir funciones de liderazgo en sus industrias. Gracias a nuestra iniciativa Food Maximizer, aprendimos varias estrategias que pueden ayudar a las mujeres de la industria alimentaria a prosperar:
* Creación de marcas personales: El 62,5% de las mujeres enfatizó la importancia de construir una marca personal sólida, particularmente a través de las redes sociales, como una herramienta para aumentar la visibilidad y hacer crecer sus negocios.
* Cultivar alianzas estratégicas: El 75% de las mujeres destacó la formación de asociaciones con otras empresas y actores clave de la cadena de suministro de alimentos como un factor fundamental para el éxito.
* Desarrollar habilidades duras esenciales: Para liderar un negocio exitoso en el sector alimentario, las habilidades clave incluyen el servicio al cliente y las ventas, la planificación estratégica, la resolución de problemas, el análisis de datos y la toma de decisiones. Alrededor del 50% de las mujeres las identificaron como vitales para el crecimiento efectivo de su empresa.
* Gestión de la dinámica de la empresa familiar: Dado que el 68% de las cohortes de Food Maximizer son empresas familiares, es esencial abordar los obstáculos relacionados con la familia. Desarrollar protocolos formales para gestionar la dinámica y los conflictos familiares es una estrategia clave para garantizar un funcionamiento empresarial fluido y mantener la eficacia del liderazgo.
A medida que continuamos apoyando a estas extraordinarias mujeres, está claro que fomentar una red sólida y ofrecer oportunidades de desarrollo personalizadas son la clave de su éxito. Para impulsar realmente a las mujeres líderes en el sector alimentario, debemos priorizar su crecimiento en la gestión del talento y crear espacios de apoyo para la participación entre pares. Bpeace se compromete a integrar estas prácticas en nuestros programas y a promoverlas en toda la industria. Nuestro objetivo es garantizar que todas las mujeres emprendedoras cuenten con el apoyo que necesitan no solo para superar los desafíos, sino también para impulsar la innovación y prosperar.
Fortalecimiento de las redes de apoyo para el progreso colectivo
A medida que el programa Food Maximizer de Bpeace continúa evolucionando, está claro que abordar las necesidades empresariales de las mujeres en el sector alimentario no es suficiente; hay una necesidad urgente de abordar los desafíos a los que se enfrentan estas líderes para equilibrar su vida personal y profesional. Nos complace compartir que Elena se ha recuperado notablemente y se ha reincorporado a nuestro programa en septiembre de 2024. Su trayectoria ejemplifica la resiliencia y la determinación de las mujeres en esta industria.
Como dice Ana de Guatemala:
«Estoy trabajando para diversificar la empresa y garantizar que las mujeres lideren».
Este efecto dominó de apoyo y empoderamiento impulsa un progreso significativo, pero Bpeace no puede hacer mucho por sí solo. Para crear un impacto duradero, necesitamos que todo el ecosistema empresarial dé un paso adelante. Las redes de pares deben hacer más para crear entornos de apoyo para las mujeres líderes, donde puedan aprender, compartir y crecer juntas. Los financiadores también deben invertir su dinero en lo que respecta a sus compromisos con la equidad de género, invirtiendo en enfoques programáticos combinados que se centren en el desarrollo personal y profesional. Al unir a todo el ecosistema empresarial (redes de pares, financiadores y líderes de la industria por igual), podemos construir una base en la que mujeres como Elena, Rebeca y Ana no solo tengan éxito, sino que se conviertan en las artífices de una industria alimentaria transformada y próspera en Centroamérica.
Ampliemos esta onda hasta convertirla en una ola de cambios duraderos, juntos.